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SISTEMA NERVIOSO ENTÉRICO

 

 

 


     

El sistema nervioso entérico es un `segundo cerebro´en los intestinos. Está compuesto por 100 millones de neuronas y es el responsable de que esta red neuronal nos haga “sentir” ciertas emociones en la tripa. De igual forma, nuestro organismo es capaz de hacer la digestión sin contar con la ayuda del cerebro principal. La revista Scientific American analiza este curioso funcionamiento, analizando los resultados de las últimas investigaciones, que señalan que el segundo cerebro estaría relacionado con diversas enfermedades, como el autismo o la osteoporosis.

Este segundo cerebro consiste en una red de neuronas, a menudo pasada por alto, que recubre nuestras vísceras. La profundización en el conocimiento de esta masa de tejido neuronal formada por importantes neurotransmisores está revelando que este segundo cerebro hace mucho más que controlar la digestión de alimentos.

El sistema nervioso entérico se encarga de que las funciones digestivas mantengan un funcionamiento coordinado y, en parte, determina nuestro estado mental y juega un papel clave en ciertas enfermedades del organismo.
Un artículo reciente publicado por la revista Scientific American analiza los conocimientos más recientes sobre esta red neuronal y explica las características del técnicamente conocido como “sistema nervioso entérico”.

Sentir, pero no pensar
El estudio del segundo cerebro ha dado lugar, en las últimas dos décadas, a una rama de investigación conocida como neurogastroenterología. La importancia de conocer a fondo el sistema nervioso entérico radicaría en que éste se encarga de que las funciones digestivas mantengan un funcionamiento coordinado e integrado.

Pero no sólo eso, afirman los expertos. Situado en el interior de las entrañas, el segundo cerebro está conectado con el cerebro situado en el interior del cráneo y, al menos en parte, determina nuestro estado mental y juega un papel clave en ciertas enfermedades del organismo. Fuera de su alcance quedan, a pesar de la gran repercusión que esta red neuronal tiene para el cuerpo, la generación de pensamiento consciente y la capacidad de decisión, afirman los investigadores.

En qué consiste
Alrededor de 100 millones de neuronas permiten que la digestión se haga de forma apropiada, sin que el cerebro principal tenga que intervenir en sus procesos: la rotura de los alimentos, la absorción de los nutrientes y la expulsión de los desechos requieren de procesos químicos, contracciones musculares, etc. de los que se encarga el segundo cerebro, de forma independiente.

Pero la complejidad del sistema nervioso entérico no termina ahí, porque este segundo cerebro también influye en una gran parte de nuestras emociones: la sensación de tener “mariposas en el estómago”, por ejemplo, es en realidad una señal fisiológica que responde a un estado de nervios o de estrés, y que percibimos gracias los nervios presentes en nuestro intestino.

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