Asociación Valeriana

El respeto es de lo mas importante.

EL PODER SANADOR DEL ABRAZO

Isabella Di Carlo Psicóloga Transpersonal y Escritora.

Autora de VALORES QUE CURAN Editorial Anahata.

 

LA VISIÓN DE LA CIENCIA

El poder terapéutico del abrazo y el contacto está siendo objeto de estudio de prestigiosas universidades en los últimos tiempos. Como si de verdad empezáramos a estar de vuelta de la ciencia disociada de los valores esenciales, de la tecnología distante y la medicación a gran escala, ciencia y consciencia, materia y espíritu comienzan a darse la mano. Para que este proceso continúe, para que sus beneficios revolucionen nuestra cultura debemos estar informados y actuar en consecuencia.

El “Instituto de Investigación sobre el contacto” de la Escuela Universitaria de Medicina de Miami ha llevado a cabo más de 100 estudios sobre los efectos del contacto en la recuperación de la salud. Las cifras de los estudios alientan a considerar el abrazo, las caricias y el contacto como una medicina imperial. Las cifras hablan de un mejor y más rápido crecimiento en bebés prematuros, aumento de la analgesia en pacientes con dolor, mejoría de los niveles de glucosa en niños con diabetes, mejoría del sistema inmune en pacientes con cáncer, entre otros efectos constatados.

El abrazo y el contacto son formas esenciales de ofrecer soporte afectivo, es precisamente el soporte afectivo el indicador esencial en estudios masivos sobre epidemiología para explicar la buena salud (muy por encima de la dieta y de los hábitos deportivos). En relación al soporte afectivo el Dr. David Spiegel, de la Universidad de  Stanford fue pionero en observar la correlación entre mayor longevidad y apoyo terapéutico grupal en mujeres con cáncer metastático de mama. El estudio estaba destinado a demostrar que expresar sentimientos, sentirse acompañado, tener contacto afectivo mejoraba la calidad de vida y disminuía el dolor. Lo que el estudio sin embargo demostró, para asombro del propio Spiegel, no fue sólo que el dolor se redujo en un 50% sino que las pacientes vivieron el doble (las mujeres del grupo de control vivían un promedio de 18.9 meses, en tanto que las del grupo que recibía terapia de apoyo vivían 36.6 meses).

Uno de mis favoritos es un experimento que no pretendía demostrar nada en relación al contacto, se trata de un estudio publicado en Cientifican America destinado a evaluar los efectos del colesterol en la arteriosclerosis. Se administra a un grupo de conejos una dieta muy rica en colesterol,  se les sacrifica y se analizan las arterias.

 

Parte de ellos presentaba lo que era de esperar: elevadísimos signos de deterioro arterial, es decir estaban gravemente enfermos. Otro grupo de ellos - pese a haber comido la misma dieta, durante el mismo período de tiempo - gozaba de perfecta salud. Los investigadores no comprenden. Se observa que son los conejos de las jaulas superiores los que enferman de arteriosclerosis y son los de las jaulas inferiores los que no. Luego de esto, se resuelve el misterio. El factor inductor de la diferencia entre los dos grupos de conejos es una investigadora pequeñita, muy amorosa: ella por su estatura no alcanza a los conejos de arriba y por tanto sólo terminan recibiendo sus caricias y sus mimos los que están situados en las jaulas de abajo. Fue la distribución espacial de las jaulas lo que sin intención, generó dos grupos. Fueron los juegos y las caricias lo más revelador en un estudio que en principio sólo preteñía relacionar arteriosclerosis con dieta.

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