Este síndrome tiene muchísimas connotaciones con el de Díogenes, puesto que también la persona afectada por él, igualmente tiene la manía de acumular en su domicilio. La diferencia estriba en que el anterios son objetos y en éste caso su fijación está en tener animales, sean gatos, perros etc...Tiene también una diferencia, y es que en el anterior  se da más en personas mayores y éste otro puede ocurrir con mucha menos edad. Y aunque se suelen dar cuenta los mas jovenes y pueden sufrir por ello, no llegan a comprender todo lo que se les pueda explicar.

El cúmulo de animales que no tienen en seguimiento veterinario y por lo tanto sanitario, puede dar lugar a grandes infecciones, además de las consiguientes molestias para vecinos y familiares. Pero cómo ocurre cuándo es el cerebro el que rige éstos comportamientos, es difícil de hacerlos entrar en razón.

Sería bueno un seguimiento por profesionales para abrir los ojos a éstas personas que no llegan a captar las consecuencias de tales situaciones y posiblemente en muchos casos tiene que intervenir el Ayuntamiento de la localidad en cuestión, para intentar paliar en la medida de lo posible todo ésto, que da lugar cómo decíamos a grandes infecciones, por el poco aseo de los animales, mala alimentación y olores pestilentes.

                                                        V.P.