Ya sabemos que nuestra mente nos dicta en la mayoría de las ocasiones nuestros propios pensamientos y entre ellos se nos cuelan los sentimientos de culpa.

La persona que tiene una mente fuerte y sana y que además no tiene cortedad y es segura de si mísma no suele hacerle demasíado caso a ésos pensamientos. Pero puede suceder que a otras sí que le afecten, en demasía y ésto le proporcione sufrimiento por pensar en la opinión de las demás. Y  por un sinfín de causas ,que los expertos son los más indicados en analizar.

Porque la inseguridad es aliada al mísmo tiempo de éstos pensamientos.Sin embargo todo lo contrario puede suceder en otras muy seguras, aunque todos sabemos, que en exceso tampoco sería bueno, pero conseguir el punto medio es bastante difícil. Y tampoco podemos dejarnos guiar por las apariencias, cómo dice una de las frases que se puso en ésta página. Algo así.

                        TODOS VEN LO QUE APARENTAS, POCOS LO QUE ERES.

Pero al hilo del enunciado queremos reflejar algunos consejos sobre querernos que nos da la escritora Louise L.Hay.

A menos que se lo concedamos, las ideas no tienen ningún poder sobre nosotros; no son nada más que sarta de palabras, que no tienen absolutamente ningún significado.El  significado se lo damos nosotros. Decidamos, entonces, pensar cosas que nos ayuden y nos apoyen.

Ella afirma que tenemos constantemente, e incluso delante de un espejo, decirnos que nos queremos tal cómo somos y nos aceptamos plenamente y repetirlo todos los días.

La naturaleza jamás se repite. Désde que existe éste planeta no ha habido dos copos de nieve iguales, ni dos gotas de agua idénticas.

Y añade: Parte de la aceptación de sí mísmo reside en liberarse de las opniones ajenas.

Y sigue diciendo : Con frecuencia, aquellas cosas nuestras que consideramos " malas" no son más que expresiones de nuestra propia individualidad. Y prosigue. Estamos hechos para ser diferentes. Cuándo podamos aceptar que es así, YA no hay competición ni comparación.Tratar de ser cómo algun otro es marchitarnos el alma.

                                                                V.P.

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