Quizás en ésto dias Navideños, vengan a nuestra memoria algunos hechos vividos que nos producen nostalgias. Esta pequeña narración es una de ellas, que aunque el personaje no tiene mucho que ver con el de  éste relato, si me hace recordar a un pequeño animal que en el trasncurso de bastante tiempo me animó la vida, me acompañó e incluso en momentos de pérdidas de seres queridos, lo cuál parece que intuía reforzando sus mimos  y me daba todo sin pedir nada a cambio. Es el caso de mi perrita RUDITA, y en su recuerdo dedico éstas líneas.

Nací una mañana de un día apacible, pero algo fresco, parece ser según luego supe que se llamaba NOVIEMBRE. Fuí el pequeño de seis hermanos; Mi madre una perra negra, ( porque he olvidado deciros que soy una perrita ), de aspecto bonachón, nos daba por igual a todos su excelente leche que hacía que cada nuevo día estuviésemos más lustrosos y crecidos.

El lugar donde vinimos al mundo era una especie de cochera, rodeada de jardín, contigua a la casa.

Todo iba bien, yo no conocía otro mundo de momento y el hecho de estar siempre rodeada de los manotazos de mis hermanos, los lametones constantes de mi madre y el calor que me procucia la proximidad de todos me hacía feliz, aunque algunas veces lograr el sustento era una odisea, hasta que lograba alcanzar entre idas y venidas la teta que correspondía. que por ser la última en el orden de nacimiento era tambíen una de las mas pequeñas.

Os diré ante todo, que no pdría explicaros cómo llegué a entender el lenguaje de los humanos, lo cierto es que poco a poco en el transcurso de toda mi vida por sus gestos y observándolos, intuía en cada momento las situaciones y lo que querían decirse y decirme.

Lo que si ocurrió es que sucesivamente fueron desapareciendo mis hermanos y yo por ser la mas "canija", por aquello de la famosa teta, fuí la última en salir de aquel lugar, que había sido hasta el momento mi primer Hogar, pero salí.

¿Que cómo me llamo.?. Os diré que en ésa primera etapa de mi vida no me pusieron nombre.

Aquella separación del lecho materno me produjo mi primer desgarro del alma. Diréis que los perros no la tenemos, pero os aseguro que sufrimos, gozamos y tenemos sentimientos, por lo tanto, sería un poco difícil contestar a tal interrogante, pero tendremos algo similar.

Me subieron en un coche destartaladado que hacía bastante ruido, y me llevaron a un sitio enorme con distintos separaciones y muchos animalitos de mi mísma especie.

Elcontraste tan brusco, me resultó desagradable sobreto echaba de menos el cobijo de mi familia, y no quiero deciros cuando llegó la hora de mi alimento. !Que diferencia de tacto de aquello que llamaba tetina, con la inconfundible dulzura de los pezones maternos.

Fueron trnscurriendo los dias, y a pesar de que no lo pasba tan mal con aquellas duchas matutinas a golpe de manguera y productos malolientes, me sentía sola entre todos ellos.

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Pero empezaron a llegar los que llamaban clientes y aquello era un deambular de perritos.

Todos los dis, pensaba que cuando me tocaría a mí, pero ocurría una cosa muy graciosa que os explicaré.

Se ponían delante de nuestras telas metálicas, por por lo visto aquello era un "criadero". Algunos me solicitaban y me acariciaban; !Dios mío!, cuánto se lo agradecía, pero apesar de- mi tierna mirada-, una vez examinada exaustivamente, incluso abriendo mi pequeña boca, me soltaban. Descubrí que entre los perros tambíen existian "clases"

Me fuí dando cuenta de que la palabra CHUCHO se repetía constantemente. Debía ser algo malo, pero yo no lograba entender cómo podía escoger a otros compañeros y que me perdonen unos mas feos a mi entender, po otros por  ser de RAZA.

Pero al fín llegó el dia tan ansiado. Una familia se presentó y después de varias vueltas, busacando un perrito pequeño llamado de compañía. Al llegar delante de mi grupo, los mayores fijaron su atención en perrito blanco. Yo intenté lnguidecer mi mirada, para causarles un poco de compasión; pero cuál fué mi sorpresa, cuándo la niña de los ojos grandes, pelo rubio y pupilas celestes que les acompañaba exclamó:" no yo quiero a ésa perrita negra con los lunares blancos encima de los ojos ". No me lo podia creer. al punto de mirar en derredor por si hubiese otro cómo yo, y al comprobar que no era así, mi corazón saltó de júbilo.

Hubo un momento de titubeos y al final el hombre con voz grave decidió y dijo : "Andrea , puesto que has estudiado que sea lo que tu desees".

Lo cierto es que me ví en una preciosa casa, cestito para dormir, buena comida y mejor trato, sobretoso por parte de mi benefactora. Para que todo fuese completo conocí, en mis paseos por el jardin a CANELO, un perrito simpático de pelo corto, color marrón claro perteneciente a los guardeses.Hicimos buena amistad.¿Sabeis lo que es tener un buen amigo ? .Algo precioso.

Era todo tan perfecto que temía que algún día algo cambíara. Y así ocurrió.Noté algo distinto y me puse a observar. Había un trasiego de idas y venidas, paquete y objetos, que por supuesto eran intocables y prohibidos para mi curioso olfato.

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No recuerdo si os he dicho que me llamaban RUDITA, pero eso sí, cuándo hacía algo mal para ellos, secamente y con voz mas alta, me lo recortaban a RUDI, y así entendía que algo iba mal.

Lo que antes eran graciosos juegos de cachoros, ahora parecian molestarle y sin tiempo para ejecutarlos.

Pero surgió una nueva y desconocida palabra. Todo aquel trasiego, déde la abuela hasta mi propia amita, era debido a la llegada de un BEBE, y despego hacia mi pequeño ser.

¿Que quería decir bebé para tanto revuelo?. Intrigada por la nueva palabra decidi preguntarle a CANELO, seguro que él me sacaba de dudas.Efectivamente era un pequeñito niño que aumentaría la familia...

De momento no le dí la mayor importancia, pero cada dia me reñian más con el apelativo de RUDI sin yo haber cambiado para nada.

Canelo me decía RUDITA yo no eres el juguete de la casa ya viene EL REY

Me setí triste y por primera vez desde mi llegada, mi carita y hocico se humedecieron por gotitas que salían de mis ojos.

Fueron transcurriendo dias pero mi caracter habia cambiado, creo que los sufrimientos lo puede cambiar. Por éso CANELO en broma me decía " estás echando malas pulgas", a lo que yo le contestaba, " las que te sobras a ti me las estas enviando para mi"

De mi cariño por CANELO, SURGIÓ ALGO MUY BONITO. Iba a ser mamá. Algo imposible de explicar, sentia algo tan sublime tierno y dulce, que éstas sensaciones me hicieron tener el deseo irrevocable de conocer  al pequeño Rey.

Tenía entrar en sus dependencias, pero ése dia me la jugue desobedeciendo. En un descuido de los mayores, y cuándo vi su carita sosnrosada que me recordo la de ANDREA, sus pequeñas manitas y lo indefenso, que podría llegar a ser, se despertaron en mí instintos maternos y por primera vez lo quise y juré si fuese preciso defenderlo a toda costa. De pronto entró el amo y con su voz enfadada dijo "Fuera ésta perra está encelada con el crio"

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A concecuencia de ésto enviaron todas mis cosas a casa de los guardeses, y allí me instalaron, con mi consiguiente pena por no estar a lado de mi amita, y por otro lado con felicidad por estar mas cerca de CANELO.

Pasaba el tiempo y me iba adaptando a mi nueva vida, solo me alegraba enormemente cuando sacaban fuera al jardin al pequeño y aún de lejos su olor me llegaba agradable e inconfundible.

Acudían a la casa muchas visitas y entre ellos el novio de la niñera.

Ocurrió que un dia que todos menos ella habían marchado, andábamos paseando CANELO y yo cerca de la verja, cuándo dicho hombre nos echó comida. Nuestra "hambre canina" hizo que la engulleramos.

Poco a poco, sin saber porque el sueño nos abatió y antes de perder toda noción, vimos como este hombre ataba a MARIA, y seguidamente salio con el niño sin que nadie de los presentes pudiésemos hacer nada para evitarlo.

Sólo puedo deciros que cuando despertamos estábamos en una especie de medico de animales, ya recuperados.

Al volver a casa todo eran llantos y suspiros por doquier, Parecia otra casa y supimos que se habian llevado al niño para pedir luego dinero , algo que debía ser otra palabra desconocida, por lo que los hombres hacias cosas tan horribles.

Buscaron al pequeño por todos sitios, la policia indagó pero todo para nada.

Que lástima que no entendieden nuestros gruñidos que al unísono coreábamos cuando llegaba el novio de la niñera.

Decidimos obrar por nuestra cuenta. Montamos guardia y decidimos seguir al sujeto si que nos viera, con las consiguientes riñas de nuestros amos por nuestras constantes escapadas. y yo me angustiaba de pensar que sufriría la pobre madre ante tales circuntanccias . ¿le daria alimento? ¿ lo cuidarian?.

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A CANELO no se le daba muy bien, pero yo no cejaba en mi empeño. Al llegar una tarde a una encrucijada, rastreando llegó a mi olfato ese olos tan característico que tanta veces me había envuelto. A pesar de mi agotamiento mi comañero me animaba. Seguimos el rastro y enmedio del bosque, y casi sin poderse ver por los árboles que la envolvian descubrimos una cabaña. Era ya de noche y cansados y tristes decidimos asomarnos a una ventanuca. Mis nublados ojos no podían dar crédito.

Allí estaba. Le daban de comer y ésto me tranquilizó algo. Una vez que terminaron, levantaron unas baldosas de madera casi imperceptibles del mísmo suelo y desaparecieron.

Volvimos a casa, esta vez la reprimenda y palos furon terribles. "Que pena no poder hablar".

Pero CANELO con su natural gracejo le daba vueltas al amo y al tiempo le tiraba de los bordes de las pantalones hacía la puerta. Al notar tambien mi nerviosismo y notar por detras de el empujar igualmente hacia la misma puerta decicieron seguirnos.

Al llegar apesar de las excusa e inconvenientes de todo ésto, mi amo al ver en nuestros ojos la insitencia obligó le dejaran por la fuerza pasar. el no notaba nada extraño, pero al ver alli al novio de maria, notó que lo arrastramos a la trampilla y !Que felecidad, alli estaba. Haceros una idea.

Y ahora aguardo esperanzada, de nuevo en la casa de mis amos la llegada de mis cachirritos. Solo me llaman RUDITA, pero he aprendido que no debo fiarme de extraños.

                                                                                V:P.