Asociación Valeriana

Sólo hay dos errores que uno pueda cometer en la travesía hacia la verdad: no hacer todo el viaje y no ponerse en camino

FELICIDAD

Tocar el tema de la felicidad es difícil por la controversia que crea. Pero a grandes rasgos diremos que es el estado que todos quisieramos tener. Siempre ha sido el objetivo de la existencia humana, y en dicho estado quisíeramos estar continuamente. Solo que ésto es totalmente imposible, ya que la felicidad no se trata de una situación estática. Por lo tanto no permanece constatemente, ya que cambia, se transforma: en definitiva va y viene. Se mueve.

La felicidad absoluta no existe. Es un proceso que necesita, motivación, perseverancia, orden y la voluntad de conseguirla. Sabemos que existe en momentos y circunstancias que van ocurriendo y que hay que ir descrubiendo, poco a poco y que no todos somos felices con las mísmas cosas. Pero si puede ser cierto que en la mayoría de los casos las pequeñas alegrías bién saboreadas, pueden traernos una felicidad de mucha más calidad que otros hechos que no sepamos sacarle partido. Y en ocasiones igual seamos muy exigentes y no nos conformemos con lo que nos haya tocado en nuestras vidas, aún siendo cosas mejores que los que otros puedan poseer.

Conocernos y ser positivos, no fijandonos en lo peor de las situaciones, sino en lo mejor puede ayudarnos a conseguirla con más frecuencia.

La autorealización tambíen nos hace felices. El ir buscando en la vida lo que más nos reconforte y eludir lo que nos traiga infortunios también es una buena táctica. Aunque sabemos que nos pueden gustar cosas que no podamos realizar, pero tambíen ésos deseos nos motivan y a lo mejor llega algún momento que se puedan hacer factibles.

Seremos igualmente felices haciendo felices a los demás. Procuremos que nos vean con una sonrisa en nuestro rostro y miradas de amor hacia ellos, ya que con todo ésto conseguiremos más paz interior, que en definitiva es una de las metas más importante en nuestro caminar.

El deseo de conseguir las cosas es bueno pues así tendremos que luchar para ello, y mantendremos la ilusión, que es el motor del alma. Llevar nuestras vidas sin ataduras ajenas e ir siempre con la mejor voluntad, mimando el presente sin mirar atrás que puede traernos recuerdos dolorosos, ni al futuro que es incierto y hasta que llegue no debemos de sufrir, de cómo vaya a venir, ya que hacemos pronósticos que no pueden llegar a cumplirse.

Porque la gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos hacen todo lo mejor que pueden.

                                                                      V.P.

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