Cuando solo te veas en un mar de confusiones, en un camino incierto, con tu vista nublada, menguadas tus fuerzas y con tu mochila a cuestas llena y pesada. No te pares, prosigue tu camino llegaras a esa bifurcación que te sembrará la duda y la desazón.

Pero parate ahí.

Ve sacando de esa carga: desiluciones, rencores, sospechas y todo lo que atormente tu vida y y harás mas ligero el peso.

SUELTA LASTRE.

Y verás como todo lo peor lo sacastes, pero quedaron cosas que nunca debes sacar de tu vida.

Esto te ayudará a abrir el horizonte, a despejar la niebla que no te dejaba ver, y jamás abandones a esos buenos compañeros de viaje.

Ellos te ayudaran a alejar el pesimismo y serán como una lanza que te guia.

Síguela.

No los sueltes nunca de tu mano, pues estas seran, la Fe y la Esperanza.