Podemos huir de ellos, evadirlos, no pensar en ellos, tratar de olvidarlos, disimularlos, guardarlos en silencio en nuestro interior, lamentarlos, dejárselos al tiempo, y mil cosas más, pero eso definitivamente no los hace desaparecer. Pero si los enfrentas con la intención de resolverlos, además de encontrar alguna solución, adquiriste una cosa mucho más importante, educación para resolver problemas, que te capacitará para resolver otros más grandes, y recuerda que resolver problemas es la forma en que nos desarrollamos, y en esa medida es que prosperamos. Dios nos puso como cabeza, no como cola, y eso significa ser líderes en todo, y una de las tareas fundamentales de los líderes es resolver problemas.

Y de paso, eso es verdad en el mundo de las finanzas y de los negocios. Si una persona tiene necesidad de carne, y tu se la vendes, le resolviste un problema, esos son los negocios en general, resolver problemas. Así que, no resolver problemas te pone fuera de los negocios, fuera del liderazgo, fuera de ser cabeza