Asociación Valeriana

La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Thomas Chalmers (1780-1847), teólogo y escritor escocés.

En la tierra existen ángeles...

Mi nombre es Cristina, nací en el año 1.944, soy enfermera. Aquejada de dolores articulares, asistí al curso del DOLOR  de Valeriana aconsejada por mi psicólogo.

          En Valeriana, me encontré con personas que sufrían al igual que, pero por distintas causas.

          Todas más jóvenes que yo, en los primeros días me costó trabajo asistir al curso del Dolor, incluso estuve tentada dejar de asistir, porque me decia: ¿qué hago yo aquí? ¡Esto no es para mí¡.

          Pero yo creo que en la tierra existen ángeles, que aunque no tengan alas, sí tienen buena voluntad para ayudar al que sufre, personas que en un momento dado te dan ese empujón que necesitas para seguir adelante, para darte cuenta de que debes seguir, en mi caso para seguir yendo a ese curso de VALERIANA.

 

       En mis primeros días estuve con mucha ansiedad, parecía como si no entendiera ó no escuchará lo que allí, se nos decia.

          Hubo un momento en que mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no dije nada.

          Por supuesto no me atrevía a preguntar, ni a decir nada.

          Había algunas personas con facilidad para hablar, pero ¡pobre de mí¡ nunca encontraba el momento , para expresar lo que estaba sintiendo y sufría y me encontraba sola.

          Comentándolo con mi psicólogo de lo que me estaba pasando: me aconsejó que podría decir lo que estaba pensando en aquel momento.

          Y así fue, aquel día dije: " yo no escucho nada"  y así fue como empecé a  expresar mis emociones a conectar con el grupo

          Pienso que no sentí gran mejoría para mi problema articular, porque lo mío era de intervención quirúrgica y porque quizás el curso del  DOLOR tenía que prolongarse.

         Pero lo que sí logré ha sido empeñarme en expresar mis emociones, aunque aún me sigue costando, pero ahí estoy  a seguir  para adelante.

        Otro buen día hablé con mi hija y expresé aquello por lo que me hacia sufrir, cosa que antes no me había atrevido, por miedo a que ella se sintiera mal, y "no pasó nada de lo que yo temía" al contrario me agradeció el que hubiera  expresado mis emociones a ella.

       Y como ya he comentado antes no pasó nada , el mundo siguió girando al igual que siempre girando, pero yo me sentí mejor, ya que esas emociones prisioneras dentro de mí me estaban haciendo daño, porque no las dejaba salir

      Hoy sigo intentando y me cuesta menos expresar mis emociones

                Doy  las gracias a VALERIANA

 

 

Comentarios (0)

500 caracteres restantes

Cancel or